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Anímate a recorrer el camino que une a dos de las ciudades más importantes en el occidente colombiano: Cali y Medellín.
Si vas de la Sucursal del Cielo a la Ciudad de la Eterna Primavera encontrarás un paisaje enmarcado en la cordillera Central y el valle del Río Cauca, pasando por el emblemático Paisaje Cultural Cafetero. Déjate llevar por los caminos del occidente colombiano en un viaje que te producirá múltiples recuerdos de experiencias que solo se pueden vivir en las carreteras colombianas.
¿Por qué no ir hasta Popayán? Aproximadamente a tres horas de Cali, hacia el sur, se encuentra la capital del departamento del Cauca, única Ciudad Gastronómica declarada por la Unesco en América Latina. Aunque cualquier momento es perfecto para visitarla y deleitarse con alguno de los deliciosos platos que resultan de la mezcla de los ingredientes de la región con aquellos traídos de España, ir en Semana Santa resultará realmente especial ya que podrás admirar las procesiones religiosas, que son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad declarados por la Unesco desde el 2009. (También puedes leer: Los mejores destinos religiosos para visitar en Semana Santa)
¿Y si vas a Buenaventura? Una distancia muy similar, pero hacia el occidente, es la que hay entre Cali y Buenaventura, el lugar en el que se encuentran la selva y el océano Pacífico. Puedes extender tu viaje aún más y encontrar un plan para admirar una de las maravillas de la naturaleza: la llegada de ballenas jorobadas de la Antártida a Suramérica en el segundo semestre del año.
Una vez tengas listas las maletas, prepárate para vivir una experiencia inolvidable en las carreteras colombianas. Al salir de Cali, toma la ruta que conduce a Yumbo en la que verás más de 2.000 fábricas productivas, pues es una de las zonas más importantes para la industria de la región. No olvides desayunar con una arepa típica valluna (crocante y de maíz pilao) o con un pandebono, acompañado del tradicional champús o una lulada, ambas bebidas muy tradicionales en todo el departamento.
Al llegar a Buga verás la Basílica del Señor de los Milagros que desde hace más de cien años recibe a miles de devotos, convirtiéndose en uno de los lugares con mayor peregrinación en el país. En Guadalajara de Buga (nombre oficial) también hay otros atractivos turísticos a donde acuden los más de tres millones de visitantes año tras año, como la antigua Estación del Ferrocarril, el centro histórico y la casa de la Hacienda La Julia. (También puedes leer: Cinco pueblos patrimonio que encantan)
Siguiendo la Ruta Nacional 25 o Troncal de Occidente hacia el norte, llegarás a Tuluá, también en el Valle del Cauca. En el corazón del departamento, como es conocido el municipio, podrás hacer turismo ecológico en dos lugares: el Parque de la Guadua Guillermo Ponce de León París y el Jardín Botánico Juan María Céspedes. En este último se encuentra el semillero de Guadua y Bambú más grande de Latinoamérica en número de especies y es el espacio ideal para observar aves y mariposas.
Una vez hayas terminado el recorrido por los sembrados de guadua, llamada el acero natural por sus características y los usos que se le dan en el sector de la construcción, el camino continúa hacia Andalucía, Bugalagrande, Zarzal, La Victoria y Obando para finalizar el recorrido por el Valle del Cauca en Cartago, uno de los municipios más antiguos de Colombia.
El municipio, que tiene 475 años, tiene una historia particular, pues cambió de posición en el Siglo XVII por las invasiones de las que era objeto por parte de indígenas Pijaos y en su ubicación original, años después, se levantó la capital de Risaralda: Pereira. (También puedes leer: ¿En dónde puedes conocer más de la diversidad étnica en Colombia?)
Si visitas Cartago es indispensable pasar por la Casa del Virrey, convertida ahora en monumento nacional y única de este tipo en el país, pues es la reproducción exacta de las edificaciones andaluzas típicas del Mediterráneo, al sur de España, y según la cultura popular, el Virrey que la ocuparía jamás llegó al pueblo. El municipio es perfecto para viajar en el tiempo hacia la época colonial porque, como la Casa del Virrey, son múltiples las edificaciones de ese periodo que aún se conservan.
Entrando a Risaralda, la siguiente ciudad en la travesía hacia Medellín será Pereira, la Perla del Otún (río que atraviesa la ciudad antes de desembocar en el Cauca). Las opciones turísticas en la capital del departamento son muchas, como los planes ecológicos que incluyen el Bioparque Ukumarí, el más grande de Latinoamérica que recibió los animales del reconocido zoológico Matecaña, o la Plaza de Bolívar con la mítica estatua del Bolívar Desnudo.
Otros recomendados para visitar son: el Jardín Botánico Alejandro Humboldt de Marsella, en donde podrás conocer la vida de una familia cafetera y aprender sobre la flora y fauna de la zona atravesar el viaducto César Gaviria Trujillo, un hito de la infraestructura en la región que te llevará a Dosquebradas. Continuando por esa vía llegarás a Santa Rosa de Cabal, una población en la que podrás relajarte en las aguas termales que se producen por la cercanía con el Parque Nacional Natural los Nevados.(También puedes leer: Colombia bajo la mirada de Google)
El último municipio de Risaralda que incluye nuestro itinerario es Chinchiná. Allí puedes entrar aún más en la vida de los cafeteros visitando, por ejemplo, la Hacienda Guayabal, en la que disfrutarás de un paisaje inolvidable y tendrás la oportunidad de hacer el tour del café: del grano a la taza. ¿Qué mejor que cerrar la visita por el departamento con una de las mejores muestras de la bebida por excelencia de los colombianos?
De Risaralda pasarás a Caldas y a Manizales, la capital, te recibirá con opciones tan diversas de entretenimiento que te vas a querer quedar por más tiempo del planeado. Visita, por ejemplo, el Corredor Polaco de la Catedral Metropolitana Nuestra Señora del Rosario, la más alta de Colombia, para tener una vista panorámica de la ciudad.
También puedes visitar el Recinto del Pensamiento y conectarte con la naturaleza admirar el Monumento a los Colonizadores o el Templo del Sagrado Corazón de los Agustinos pasar un rato en la Plaza de Bolívar o en el parque que rodea la Torre de El Cable o ir más allá y conocer el volcán Nevado del Ruiz, maravilla natural de las más representativas que tiene el país. (También puedes leer: 6 volcanes de Colombia que debes conocer)
En el recorrido por carretera cruzarás por Marmato, declarado monumento histórico en 1982, uno de los pueblos más antiguos de Colombia y cuyos habitantes se dedican, en mayor medida, a la extracción de oro en las minas que son explotadas desde hace siglos. El “pesebre de oro de Colombia” guarda los vestigios de las culturas indígenas y afro descendientes que lo han habitado durante siglos.
El primer municipio por el que llegarás al departamento de Antioquia, cada vez más cerca de Medellín, será La Pintada. La puerta de Antioquia, uno de los apelativos de la población, resultará excelente para conocer la gastronomía de la región parando a almorzar con una bandeja paisa o un pescado de agua dulce. Para conocer está el Cerro Amarillo, que ofrece un paisaje general de la zona y en donde aún se encuentran vestigios del pasado como restos de cerámica y dibujos sobre piedras.
Al reanudar el viaje pasarás por Santa Bárbara y Caldas (Antioquia) para después llegar a Itagüí, una de las poblaciones más densamente pobladas e industrializadas de Colombia. En Itagüí encontrarás el Centro de la Moda, un complejo industrial y comercial de los más relevantes en el sector en América Latina. (También puedes leer: ¿Cuáles son las ferias de moda más importantes de Colombia?)
Después de Itagüí habrás llegado a Medellín, la Ciudad de la Eterna Primavera. ¿Qué podrás hacer allí? La capital antioqueña ofrece planes diferentes para cada uno de quienes la visitan y, aunque cualquier momento del año es perfecto para emprender el viaje, te recomendamos que lo hagas para la Feria de las Flores (31 julio – 9 agosto).
¿Quieres tener un viaje diferente por Colombia? Anímate a recorrer los más de 400 kilómetros de la ruta Cali – Medellín para conocer de cerca la cultura cafetera, las tradiciones religiosas y de culturas indígenas y afro descendientes e inspirarte con los paisajes únicos que te ofrecen la cordillera Central y el valle del río Cauca.