Lleva sobre sus hombros el legado de las cantaoras colombianas. Su voz, amaestrada por la experiencia y su formación en canto lírico, es el instrumento que ha puesto a sonar lo mejor del folclore colombiano en importantes escenarios nacionales e internac
Lleva sobre sus hombros el legado de las cantaoras colombianas. Su voz, amaestrada por la experiencia y su formación en canto lírico, es el instrumento que ha puesto a sonar lo mejor del folclore colombiano en importantes escenarios nacionales e internacionales. Diana Constanza Hernández Álvarez, conocida como María Mulata, es sin duda una cantaora que representa la diversidad nacional. Su proyecto, sus cantos y composiciones son un recorrido por las diferentes regiones y culturas de Colombia.
Oriunda de San Gil, lugar rodeado de quebradas y naturaleza; y criada en Tunja, ciudad cercada por pueblos coloniales y lagunas sublimes. Hija de la música que, además de sentir como propia la herencia rítmica y cultural de cada rincón de Colombia, es fruto del amor entre dos músicos que ambientaron su infancia con vallenatos, porros, cumbias, guabinas y pasillos. A los 4 años, junto a su hermano, empezó a cantar música andina. Después de protagonizar los principales festivales del género, se ganaron el gran premio Mono Núñez a los 19 años. A los 23 inició su proyecto musical como cantaora. Desde entonces ha dedicado su vida a María Mulata, un homenaje al folclore, que investiga y rescata todos los géneros de la música tradicional colombiana.
María Mulata, cuyo nombre se inspira en las aves caribeñas que a su vez unieron su canto el día que recibía la instrucción de la maestra Etelvina Maldonado de La Hoz, cuenta en sus letras las historias que han perdurado en los siglos gracias a la tradición oral. Su trabajo, que inició con ‘Itinerario de tambores’, recopilando el canto de 6 cantaoras tradicionales, hoy está influenciado por los matices más valiosos de los géneros autóctonos disgregados por cada región. No en vano la interpretación de ‘Me duele el alma’, un fandango de lengua del Caribe colombiano le significó una Gaviota de Plata en el Festival Viña del Mar. Armada con la nostalgia de las regiones montañosas y la euforia de la música costera, recorrió Alemania, Francia, Bélgica, Italia, Portugal, Japón, Corea del Sur, Sudáfrica, Centroamérica, México, Estados Unidos, Canadá, Chile y Argentina cantándole al mundo #LoMejorDeColombia