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Mompox tierra de Dios, en donde se acuesta uno y amanecen dos. Y si sopla el viento amanecen cientos. Y si vuelve a soplar ya no se pueden contar.
La primera vez que llegué de viaje desde el departamento de Nariño, cruzando por el Cauca, el Valle, Tolima, los Santanderes y el caluroso Sucre, me encontré con un pueblo fascinante bañado por las aguas del Magdalena, con calles llenas de historias y con una arquitectura de los años de la colonia. Mompox, otro riesgo que vale la pena correr.