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La llegada de nuestros productos a más de 500 millones de consumidores es uno de los mayores beneficios de las relaciones comerciales con el viejo continente.
Colombia se proyecta como país solución en materia comercial para Europa, un mercado que representa importantes posibilidades para el continuo crecimiento del país. Según la Organización Mundial del Comercio, la Unión Europea es el primer importador y exportador de bienes con USD 1.690 y USD 1.952 miles de millones, respectivamente. Además, ocupa el primer lugar en la compra y venta de servicios y reporta un PIB de alrededor de USD 17.578 billones.
En este orden de ideas, un acuerdo comercial con la UE representa para el país la puerta de entrada al bloque económico más potente del mundo con la posibilidad de establecer reglas de juego claras, sólidas y multilaterales.
La diversidad de mercados en Europa y su alta capacidad de compra, con un estimado de 503 millones de consumidores en 27 países y 32 mil dólares anuales por consumidor, constituye la gran ventaja para los productos colombianos.
De esta forma, sectores como el agroindustrial, textil y tecnológico se pueden ver altamente beneficiados con su llegada a mercados de la talla de Alemania, Suiza, Francia, Italia, Reino Unido y Holanda.
Otra de las ventajas puntuales de la negociación es el acceso a materias primas y maquinaria europea, situación que podría proporcionar a los productores colombianos la oportunidad de comprar insumos y tecnología de primera línea a precios preferenciales.
En el caso de los consumidores colombianos, el beneficio se vería representado en el aumento de la oferta de productos con una mejor tarifa y calidad.
Ahora bien, a nivel general, las negociaciones con el bloque europeo buscan mayor empleo in situ y por tal un aumento del flujo de inversión extranjera.
Por adelantar negociaciones comerciales con bloques como la UE, en comercio la Respuesta es Colombia.