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Los ríos que bañan las tierras de esta región no solo proveen de riqueza natural la zona, también facilitan el comercio, el acceso al interior del lugar y suministran innumerables insumos a su cocina.
Y es que aquí, en medio de la selva y el río más largo del mundo, existen algunos de los ingredientes más increíbles que puedas llegar a imaginar. El fogón de esta cocina reúne lo mejor de nuestra herencia indígena y colona; al tiempo que incluye algunos de los sabores de los territorios vecinos. Su base es, desde luego, el pescado, particularmente el pirarucú, un gigante de nuestros ríos que se caracteriza por ser la especie de agua dulce con las escamas más grandes del mundo. Sin embargo, existen otros peces como el dorado y pintadillo con los que se preparan diversos platos, entre los que se encuentra la patarashca, receta emblemática de la cocina amazónica colombiana. Esta preparación consiste en condimentar los pescados con ajo, pimentón y cebolla; además de algunas especias únicas de la zona, para luego asarlos dentro de hojas de plátano. Si disfrutas de esta maravilla amazónica, no dudes en probar la gamitana rellena, una variedad de cachama rellena de un arroz guisado con hierbas, verduras, arroz, cerdo y camarón. ¡Seguro querrás comerla una infinidad de veces más! Otro plato que goza de tradición en la mesa amazónica es el mojojoy, una nutritiva larva que es un delicatessen de nuestra cocina indígena. Sus preparaciones varían entre asada, frita o rellena de carne y pollo. Además de ella, otra delicia que deja a más de uno con ganas de repetir es el casabe o pan indígena, una torta elaborada con yuca brava, tal vez la primera comida indígena que conocieron los españoles en el Caribe. Al igual que esta, otros platos infaltables, herederos de nuestra cocina indígena, en la mesa son la fariña, que también proviene de la yuca brava; el tucupí, una deliciosa salsa picante hecha a partir de yuca y chile que se sirve como acompañante de varios manjares de esta cocina; el iyuco, un caldo elaborado con pescado, hormigas, semillas y hojas silvestres; el capón de ahuyama; el pan de arroz y la boa ahumada.
Pero no creas que todas las delicias que tenemos en nuestra Amazonía-Orinoquía Colombiana son platos fuertes, porque aquí, si algo tienen muy claro, es que la exuberante riqueza de la selva y sus manjares ofrece delicias para todos los paladares. ¿O es que acaso dónde más podrías conseguir un postre de copoazú o tomarte un jugo de carambolo o arazá? ¡Difícil! Al igual que estos frutos, otro que deja a todo el mundo con ganas de más es el camu-camu, uno de los dulces de la tierra con mayor contenido de vitamina C en todo el planeta. Pero no creas que estas son todas las exquisiteces que brotan de la imponente jungla amazónica, porque te estarías perdiendo buena parte del menú. Sin duda, la papayuela o chilacuán, además del castaño y el huito, son otros de los frutos que alegran la vida de la región. Porque acá, además de un sabor increíble, la comida está repleta de color y texturas distintas. Estas son tan sólo algunas de las exquisiteces que ofrece nuestra cocina de la Amazonía-Orinoquía Colombiana. Porque aquí, además de lo que la tierra generosamente ofrece, existe una milenaria tradición que hace que cada plato sea una experiencia inigualable. Porque aquí la ancestralidad y la innovación se mezclan para crear sabores inigualables.
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