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Aunque son múltiples las viandas propias de esta amplia zona del país hemos realizado una agrupación que reúne las más afamadas y destacadas preparaciones tanto dentro como fuera del territorio colombiano, con un único objetivo: provocar su paladar
Algunas de ellas son el mute, el cabro, el sancocho trifásico, la sobrebarriga, la turmada, las sopas de avena y de pichón, la carne ‘oreada’ o seca, las arepas de maíz y las hormigas culonas, estas últimas con una creencia nutricional y afrodisiaca bastante posicionada.
Históricamente hablando se dice que sus antiguos habitantes, es decir los denominados Guanes, creían que su fortaleza y altura se debía en gran medida a su dieta alimentaria que estaba compuesta por frutas, pescado y poca carne de res. Cierto o no, este fogón es tan rico en sabores como en herencia cultural, razón que lo hace un excelente destino gastronómico.
Para dar inicio a este recorrido empecemos por mencionar las delicias de Cúcuta, en donde se deleita a los comensales con preparaciones como las hayacas; el cabrito, que se consume asado o cocido; los pasteles de garbanzo, los envueltos de maíz y la turmada o sopa de pan. En cuanto a golosinas respecta no puede faltar el cortado de leche de cabra, el arrastrado, las toronjas y las panelitas.
En Bucaramanga, por su parte, sobresale el mute, una sopa de maíz blanco aderezado con otros granos; la pepitoria, elaborada con las vísceras y la sangre del cabro o camuro; la carne oreada, la sopa de pichón y las tostaditas hormigas culonas. De igual manera los dulces a base de apio, limón, cidra, arroz piña y el afamadísimo bocadillo veleño.
En Barrancabermeja, entre tanto, las preparaciones más tradicionales están elaboradas principalmente a base de de pescado de río como, por ejemplo, el bocachico frito acompañado con patacón y suero costeño. También encontramos el sancocho trifásico en leña o el sancocho de cabeza de bagre, que por lo general es motivo de reunión social debido a que entorno a su preparación comparten amigos y familiares los fines de semana.
En las mesas de Ocaña no pueden faltar la arepa ocañera de maíz pilado, el tamal, la sopa de fríjoles o también conocido como ajiaco ocañero, las cebollas rojas, los dulces de papaya y la ‘cocota’, una fruta que se da en esta zona, especialmente en el mes de agosto.
En las demás provincias que componen los Santanderes colombianos, la comida es básicamente la misma, con pequeñas variaciones en la cocción e ingredientes que componen los platos. Ahora que está provocado ¿A dónde se dirige?