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Viaja hacia el oriente partiendo desde la capital del país, llegando al borde de la cordillera y atravesando varios de los pueblos más bellos e históricos de Boyacá.
Hace un par de siglos, en la época de la Nueva Granada, diferentes poblaciones de lo que hoy es Boyacá vieron el paso de los libertadores y fueron testigos de la campaña liderada por Simón Bolívar. Hoy te proponemos que, además de recorrer uno de los departamentos de Colombia, te animes a ir más allá: desde Bogotá hasta el borde de la cordillera Oriental, en donde inicia uno de los más increíbles paisajes del continente: la Orinoquia.
Hay dos rutas muy conocidas para llegar a Yopal si partes desde la capital del país: la que proponemos, que incluye salir por el norte y atravesar el departamento de Boyacá antes de llegar a Casanare y la que te guiará por Villavicencio, en la que los Llanos Orientales tienen un papel protagónico.
Alista todo lo necesario para el viaje. Recuerda que vas para un clima mucho más templado que en Bogotá, aunque al pasar por Boyacá, habrá lugares montañosos en los que el frío puede ser mayor. ¡Ve preparado!
Al salir de Bogotá por la Autopista Norte, debes tomar la ruta que conduce hacia Tocancipá. Sin embargo, a pocos metros de la división de la vía (que se divide entre el camino a Zipaquirá y el que va hacia Tocancipá), está ubicada una de las construcciones arquitectónicas más importantes de la época colonial: el Puente del Común. Construido a finales del Siglo XVIII, el puente fue de gran utilidad para atravesar el río Bogotá (antes llamado Funza) y unir Santa Fe de Bogotá con poblaciones aledañas como Zipaquirá, Tunja y Los Llanos un avance para el comercio que fue declarado Monumento Nacional en 1975 y restaurado para conservar la belleza con la que fue construido.
En Chía podrás hacer un pequeño cambio en la ruta y viajar a Zipaquirá, en donde está ubicada una de las maravillas de la arquitectura y la religión del país: la Catedral de Sal. Además de ser un sitio de peregrinación, el complejo salino es ideal para conocer sobre la minería y la extracción de sal que se hace en el pueblo, admirar las esculturas y obras de arte dentro de la Catedral y entender porqué es una maravilla arquitectónica que está situada varios metros por debajo de la superficie y en donde también se pueden organizar diferentes eventos. (También puedes leer: Los mejores destinos religiosos para visitar en Semana Santa según los seguidores de Marca Colombia en redes sociales)
Continuando el camino hacia Yopal, si pasaste por Zipaquirá, deberás salir nuevamente a la Ruta Nacional 55, o Troncal Central del Norte, que conecta Bogotá con la frontera que tiene el país con Venezuela, en Puerto Santander. Cruzarás los municipios de Tocancipá y Gachancipá antes de llegar a Sesquilé, lugar que alberga una de las leyendas más famosas de América Latina: El Dorado. Según la historia, un cacique Muisca se cubría completamente de oro y se sumergía en la Laguna de Guatavita, ubicada en Sesquilé (aunque también cercana al municipio que adoptó el mismo nombre).
Frente a Sesquilé está Suesca, una población famosa por la práctica de diferentes deportes extremos como la escalada en roca y la exploración de cuevas, un plan para los más aventureros. (También puedes leer: Conoce Colombia a través de los deportes extremos)
Siguiendo la Troncal atravesarás las poblaciones de Chocontá y Vilapinzón, en Cundinamarca, para después pasar al municipio de Ventaquemada, en Boyacá. ¿Qué tal si comes una arepa típica boyacense? Aunque en todo el departamento la encontrarás, en Ventaquemada existen múltiples fábricas de arepas que han pasado la receta de generación en generación y te recibirán con las puertas abiertas para que pruebes una de las comidas representativas del altiplano que incluye en sus ingredientes queso campesino, azúcar, harina de trigo y de maíz y mantequilla. Son tan famosas las arepas del municipio, que incluso llegaron a buscar un récord Guinness por hacer la arepa más grande del mundo (¡de más de siete metros!).
Al salir de Ventaquemada, la siguiente parada será el Puente de Boyacá, antes de llegar a Tunja, capital de Boyacá. Es un sitio histórico clave en la Campaña libertadora hace 200 años, pues allí culminó la Batalla de Boyacá en la que triunfaron los independentistas. En el sitio, además del Puente, que también es Monumento Nacional, se encuentran otros atractivos turísticos como estatuas y el Arco del Triunfo, todos haciendo alusión a quienes lucharon por la Independencia de la Nueva Granada. Visitarlos en diciembre, para la época navideña, es un gran plan, pues el alumbrado sobre los campos verdes de la región es un espectáculo a la vista.
Ya en Tunja, uno de los focos de desarrollo del centro del país, encontrarás casas y calles coloniales que te harán viajar en el tiempo a la época colonial, además de la Catedral Basílica Metropolitana Santiago de Tunja, una de las de mayor antigüedad en el continente. En diciembre se celebra en la ciudad el conocido Aguinaldo Boyacense, una de las fiestas más antiguas del país (en el 2015 cumplió 60 años) que incluye muestras culturales y agrupaciones musicales para todos los gustos.
¿Estás cansado por el viaje? Aguanta un poco más y llegarás a Paipa, un municipio ideal para los turistas que quieren llegar a relajarse por un momento en las famosas aguas termales que lo rodean. ¡Pero no es lo único que puedes hacer allí! Una visita al Pantano de Vargas sumará al recorrido de la Ruta libertadora, aunque también está el Lago Sochagota, en donde además de aguas termales, con múltiples propiedades atribuidas por la gran cantidad de minerales, podrás practicar deportes acuáticos y pasar un rato divertido en familia. (También puedes leer: Revive tu espíritu en las aguas termales colombianas más relajantes)
En el camino que conduce a Yopal, después de Paipa, también en Boyacá, están Duitama, Tibasosa y Sogamoso. En Duitama debes dejar la Ruta Nacional 55 para tomar la vía 62 (hacia Sogamoso). Para agregar nuevamente un componente de aventura a la travesía, visita en Tibasosa el Zoológico Guátika, en donde también existe la posibilidad de practicar actividades extremas como lanzarte en una tirolínea (canopy) de 500 metros que atraviesa el parque o montar en una cuatrimoto o Buggy.
Antes de salir del departamento, hacia Casanare, recuerda probar una de las comidas distinguidas como plato nacional: el Cocido Boyacense. El plato es resultado de la adaptación de un plato típico español con las tradiciones locales que incluye carne de cerdo, res y pollo, nabos, papa, arveja, chuguas (rubas), habas y mazorca, principalmente.
Las últimas poblaciones de Boyacá en esta ruta son La Sabana y Pajarito, para luego entrar al Casanare por Aguazul, el segundo municipio más poblado del departamento. Desde la entrada al municipio sentirás la cultura ganadera propia de los Llanos Orientales colombianos, aunque también se ve reflejada la agricultura del municipio, dedicada principalmente al arroz. De hecho, en Aguazul se lleva a cabo el Festival Folclórico y Reinado Internacional del Arroz.
A menos de una hora de Aguazul está ubicada la capital del Casanare: Yopal. ¿Qué mejor que terminar el viaje con un buen plato de ternera a la llanera? La gastronomía de la región incluye también, además de la mamona (como se conoce la ternera a la llanera) la cachama y el popular pan de arroz, las empanadas de arroz y el tungo, una preparación que incluye harina de arroz, leche, agua, mantequilla, cuajada y sal o azúcar, reflejo de las tradiciones del departamento, la vida en el campo y los cultivos del grano.
Atrévete a vivir una experiencia inolvidable viendo el atardecer (o el amanecer) desde Bellavista, en el occidente de Yopal, ambientado con joropo, la música de la región. Un gran final para un viaje lleno de historia que termina en el inicio de la Orinoquia.
Si estás en el centro del país y quieres conocer más sobre la época colonial, los hermosos paisajes boyacenses y apreciar el fin de la cordillera y el inicio de las llanuras orientales, anímate a hacer el recorrido que te proponemos, bien sea en un viaje familiar o de aventura no te vas a arrepentir de conocer algunos de los paisajes más maravillosos de Colombia.