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Dirigido por Priscila Padilla, este documental busca mostrarle al mundo la cultura y creencias de la comunidad indígena más numerosa de Colombia.
Ubicados en la península de La Guajira, al norte de Colombia, en costas del mar Caribe, entre chinchorros y bordas, los Wayúu constituyen la comunidad indígena más numerosa de Colombia. Es una cultura infinitamente rica en costumbres, tanto así, que comprenden todo un protocolo para cada una de sus prácticas: desde la forma de vestir, hasta grandes técnicas ancestrales para cada uno de sus rituales.
El documental “La Eterna Noche de las Doce Lunas”, dirigido por Priscila Padilla y que está en cartelera desde el pasado 16 de agosto, busca mostrarle al mundo una comunidad que día a día lucha por el fortalecimiento de su identidad y que está vinculada fuertemente a sus principios cosmogónicos y modos de representación mítica.
La comunidad establece figuras sobrenaturales que simbolizan aspectos como la vida, la fuerza y la naturaleza. Pero sin duda alguna, su ideología frente a las dimensiones de vida y muerte, son las más predominantes.
Festival de la Cultura Wayúu
Uno de sus principales atractivos es, sin duda, el Festival Wayúu, considerado como la máxima expresión cultural y artesanal, donde la mezcla de música tradicional, rituales, artesanías, excursiones y juegos, permiten mostrar al mundo la riqueza de ésta comunidad. Los alimentos también componen una de las tradiciones más emblemáticas de la cultura. El chivo es uno de los pocos animales que por su fortaleza, ha logrado adaptarse a los rigores de la sequía y calor del desierto. Los Wayúus preparan el chivo de diferentes formas, la más reconocida de ellas es el "friche", una fritura en la que se mezclan la sangre del animal, el hígado y la carne cortada en cuadritos. El arco y la flecha son las prácticas ancestrales más empleadas por ésta comunidad para cazar animales pequeños como conejos o iguanas.
Los sonidos de la madre tierra
Cada una de las festividades, rituales y actividades diarias involucra toda una compilación de la música autóctona, conocida en la población Wayúu como Chichamaya o yocna. Cada rito ancestral comprende una combinación de sonidos producidos por flautas o canutillas, tambores y pitos, usados en celebraciones relacionadas con el desarrollo de la mujer e implica danzas en donde ésta desafía al hombre, por lo que se considera que la mujer danza en condición de esencia o energía protectora.
Este filme confronta y cuestiona a todas las mujeres del mundo, al rol que la cultura les ha asignado y cómo ellas lo enfrentan ante un mundo que se trasforma, se ilumina y se oscurece.