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Te presentamos el tejo colombiano, un juego tradicional heredado de nuestros ancestros indígenas. Además, te contamos sus reglas para que vivas la experiencia de practicar este divertido juego.
El olor a mecha, la alegría, los abrazos y la camaradería son los protagonistas de una escena que se repite una y otra vez en las canchas de tejo colombiano. Allí, el balón de fútbol es reemplazado por el tejo; y el arco, por un tablero de madera y una caja de greda o plastilina, que tiene en su superficie una serie de mechas de pólvora en forma de triángulos equiláteros. Y es que entrar a un campo de tejo es sumergirse en un ambiente alegre, escuchar la música de una rockola y disfrutar del sabor de comidas típicas colombianas, como la picada de gallina, el chunchullo y la pelanga. Sin lugar a duda, todos estos elementos representan una experiencia auténtica de la cultura popular colombiana.
La historia de este deporte colombiano se remonta a hace más de 500 años, en Turmequé, Boyacá. Cuenta la leyenda que Turmequé era un centro de gran importancia, ya que allí se reunían los indígenas a comercializar productos, hacer trueques y llevar a cabo eventos deportivos. Según un artículo de La Voz de América, a inicios de siglo, fue declarado deporte autóctono el país. Y en el 2019 el Estado colombiano lo consideró como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Nación. Por eso, a continuación te contamos a detalle cómo se juega este deporte nacional colombiano.
Jugar tejo es todo un arte, por eso te lo explicamos en tres sencillos pasos:
Para realizar una partida de tejo, se ubican todos los competidores en una de las dos canchas. Posteriormente, se sortea el turno de juego. Si están por equipos, los lanzamientos de los jugadores deben ser intercalados. Una vez definido el turno de lanzamiento, el primer jugador lanza su tejo y después le siguen el resto de los jugadores. Para que un lanzamiento sea válido, el disco debe caer directamente sobre la caja de arcilla sin tener contacto con elementos externos como el piso, tablas o los bordes de la cancha. Finalmente, el equipo ganador será el primero que alcance 27 puntos.
Para completar los 27 puntos necesarios para ganar puedes realizar cualquiera de estas cuatro jugadas: Mano: Se otorga un punto al tejo que haya quedado más cerca al bocín al terminar la ronda, siempre y cuando en la ronda no se hayan anotado mechas, embocinadas o moñonas. Mecha: Gana tres puntos el jugador que logre golpear la mecha con el tejo y hacer que esta explote. Embocinada: Se dan seis puntos a la persona que entierre el tejo en el bocín con la base superior hacia el tablero. Moñona: Se otorgan nueve puntos a quien logre hacer simultáneamente una embocinada y una mecha. Ahora bien, el tejo colombiano, arraigado en la tradición y la cultura del país, representa mucho más que un juego. Es un orgullo nacional que, con sus raíces históricas y características vibrantes, continúa resonando en los corazones de aquellos que lo practican, recordándonos la importancia de preservar nuestras tradiciones y celebrar nuestra herencia cultural en el Día del Deporte Nacional. Para disfrutar de este ancestral deporte colombiano los invitamos a Tejo la Embajada, Bogotá, un lugar ideal para compartir de una experiencia tan tradicional como los pasabocas y bebidas que, en compañía del tejo, reviven toda una tradición colombiana. Conozca más del tejo, planes y carta en: tejolaembajada.com
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