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Los sombreros colombianos son un reflejo de la diversidad cultural de nuestro país. Conoce más sobre cada uno de ellos en este artículo.
Los sombreros en Colombia son más que un accesorio, son una muestra de nuestra diversidad cultural y artesanal. Cada región del país de la belleza es representada por cada una de estas piezas que son verdaderos emblemas de nuestra identidad. En este artículo te invitamos a conocer la variedad de sombreros que hay en Colombia, su historia, raíces y tradiciones.
El sombrero vueltiao es uno de los elementos más representativos de la cultura colombiana, tanto a nivel nacional como internacional. Este sombrero colombiano fue diseñado hace más de doscientos años y se hizo conocido a nivel internacional, cuando el boxeador Miguel “Happy” Lora, lo usó al ser coronado campeón mundial en la categoría peso gallo.
El sobrero vueltiao se elabora con la fibra de caña flecha, de la cual se extrae la fibra vegetal con la que la comunidad indígena Zenú elabora diferentes productos bajo el oficio de la tejeduría. Para su realización se escogen las fibras las de mayor longitud, con textura homogénea y mejor desarrollo. Después de la elección se quitan las venas mediante el conocido “raspado” y se exponen al sol, para luego dividir las fibras en blancas y pigmentadas o manchadas. Ya teniendo las fibras se realizan las trenzas que constituyen cada sombrero.
Su nombre proviene del proceso de tejido, donde las tiras se van enrollando y volteando. El simbolismo de sus figuras sigue formas geométricas que terminan en una infinidad de combinaciones, que dan lugar a animales y plantas como la flor de maracuyá (triángulos), la flor de limón (rombos), y la espiga de maíz (triángulos con líneas en diagonal), entre otros.
El sombrero aguadeño es un símbolo de tradición del municipio de Aguadas, Caldas. Esta pieza artesanal tejida en las montañas de Aguadas nació hace más de 160 años y su elaboración forma parte del estilo de vida de más de unos 800 artesanos y campesinos, que se dedican a este arte en el norte de Caldas.
El sombrero está hecho en palma de iraca, una fibra de origen vegetal utilizada en diferentes partes del país para la producción artesanal. Por su resistencia y docilidad el cogollo de las hojas y pecíolos son las partes que se utilizan para la producción del sombrero. Al momento de la confección, la fibra se extrae de la palma de iraca o toquilla, luego se cocina y se pone a secar a la sombra, también es sometida a vapores de azufre, con el fin de darle el tono blanco característico de este sombrero,
Este sombrero ha sido accesorio típico en diferentes fiestas realizadas en el país y es conocido por su color claro y durabilidad. Con ala ancha y copa alta representa la cultura cafetera convirtiéndose una pieza única y cuidadosamente confeccionada por hábiles artesanos que han heredado sus conocimientos a lo largo de generaciones.
También conocido como sombrero “Wuama”, el sombrero Wayúu es elaborado de apis, una fibra natural encontrada en los pastizales de la Serranía de la Macuira, el único oasis en la mitad de las dunas del Desierto de la Alta Guajira en el municipio de Uribia, de la capital indígena de Colombia.
Este sombrero es elaborado no solo como un accesorio que engalana las coloridas mantas Wayúu utilizadas por las mujeres, sino también para cubrir el rostro del sol y acompañar las celebraciones de las festividades de la región. Está adornado por pompones coloridos y borlas que son símbolo de jerarquía, entre más grande la borla, más importante se es en la cultura Wayúu.
Este sombrero colombiano lo trabajan las manos de los artesanos de la Alta Guajira, por medio de la técnica de cestería, y presenta múltiples formas geométricas que decoran su copa y su ala. En los últimos años, los wayúu han aplicado pintura de aceite para ampliar la gama de colores del sombrero convirtiéndose en un accesorio artesanal colombiano que representa su cultura.
El sombrero tolimense tiene sus raíces en el municipio de El Guamo, donde diferentes familias han dedicado generaciones a su fabricación. Su historia se remonta a hace aproximadamente 200 años, y con el paso del tiempo ha ganado fama y popularidad en distintas regiones de Colombia.
El sombrero aguadeño se realiza a partir del cogollo de la palma real. La fabricación del atuendo final tiene varias fases, lo que le confiere una calidad excepcional. Se inicia rayando la palma para luego trenzarla y empezar con su realización, que puede tener entre 8 y 9 vueltas, dependiendo del anchor de la cinta. Finalmente, el accesorio puede estar terminado después de uno o dos días, gracias a las talentosas manos de las artesanas.
Este es un atuendo tan típico y autóctono del departamento del Tolima que cada 23 de julio se celebra el Día del Sombrero Tolimense, una festividad que honra esta artesanía. Es una ocasión especial para festejar la herencia y las tradiciones que hacen única al Tolima.