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Colombia goza de una diversidad humana y una riqueza cultural envidiable. Acá celebramos la vida de múltiples maneras, tantas como grupos humanos gozan de nuestro territorio.
Nuestro país se caracteriza por ser un país pluriétnico y multicultural. Aquí se mezclan y enriquecen las distintas culturas. Por un lado, tenemos las distintas cosmovisiones de los pueblos indígenas, las comunidades afrocolombianas, palenqueras y raizales, el pueblo Rrom y los campesinos. Por otro lado, está el mestizaje y las diferencias culturales que se viven en las regiones, ciudades y pueblos. Todos ellos hacen más diverso el panorama de la diversidad en Colombia.
Conocer las diferencias entre la multiculturalidad, la pluriculturalidad y la interculturalidad es importante. Estos conceptos permiten valorar la importancia de la diversidad cultural.
En términos generales, este concepto se usa para nombrar las distintas culturas que coexisten en un territorio, aunque no mantengan una relación entre ellas. La multiculturalidad ha servido para que cada grupo pueda preservar sus tradiciones. Por ejemplo, en las comunidades Wayuu que viven en La Guajira, las niñas y niños aprenden en su lengua nativa. Esto ayuda a que la cultura Wayuu permanezca viva a través de las distintas generaciones en el gran Caribe colombiano.
Sin embargo, la multiculturalidad no implica comunicación entre los grupos que habitan la misma región, o el mismo país. Siguiendo con el ejemplo, en el gran caribe colombiano también habitan pueblos indígenas como los Kogui o Kankuamos, entre otros. Desde la perspectiva multicultural, se presume que estos pueblos habitan el mismo territorio, pero no comparten sus tradiciones.
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¿Por qué hablar de pluriculturalidad?
Si admiramos los coloridos tejidos de las mochilas Wayuu o los anudados que forman las elegantes mochilas de los Kogui, veremos que tienen mucho en común. En distintos momentos estas culturas han estado intercambiando objetos y alimentos, además de historias y saberes. Por esta razón, se necesita ir más allá de la multiculturalidad para apreciar las relaciones entre las distintas culturas.
La pluriculturalidad implica la convivencia de culturas distintas en un territorio. Esto quiere decir que las comunidades se relacionan y comunican constantemente, ya que no están aisladas en la práctica.
El carnaval de negros y blancos que se realiza cada año en Pasto, Nariño, es otro ejemplo de pluriculturalidad. La diversidad de las culturas del suroccidente colombiano queda representada en carrozas, disfraces y desfiles rebosantes de colores y alegría. Durante esos días de enero, las personas se reúnen para celebrar y hacer visible su aporte a la identidad de nuestro país.
¿Qué es interculturalidad?
La interculturalidad es el paso posterior a la convivencia entre culturas que se vive en la pluriculturalidad. Cuando una sociedad se reconoce como intercultural, quiere decir que existe una relación positiva entre las distintas culturas. Más allá de la convivencia, las culturas se enriquecen al vivir y crecer juntas. Por eso mismo, es un proceso en constante desarrollo.
La increíble variedad de ritmos que integran la música colombiana es una muestra de la creatividad que surge en la interculturalidad. A la par que la música, la gastronomía y el folklor de las regiones son el resultado de intercambios complejos que permiten que Colombia tenga la diversidad que la caracteriza.
Platos como las empanadas, que se pueden acompañar con limón, hogao o ají de maní, son producto del intercambio cultural. Detrás de cada ingrediente y de las distintas preparaciones hay una tradición y una historia para contar. Por ejemplo, la masa de maíz, una de las plantas más importantes para las comunidades indígenas. Las carnes producto del ganado introducido por los españoles, o las frituras que provienen de la herencia afro.
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Conocer las diferencias nos permite valorar la importancia de la diversidad cultural y la contribución de las distintas culturas a la historia del país. Esto no se limita al reconocimiento de la etnia o las particularidades de las comunidades indígenas y afro. También nos ayuda a valorar los aportes de cada región a la construcción de la nación colombiana. Por ejemplo, la cultura campesina también hace parte de la diversidad del país. Sin tener una etnia común, si ha sido un fundamental que ha sostenido y aportado al país en distintos campos.
Una escalera para reconocer la riqueza de la diversidad cultural
Foto de Kristopher Blais / Shutterstock
Durante siglos, el campesinado ha forjado el paisaje cultural cafetero por el que son tan conocidas algunas regiones de Colombia. La diferencia entre los conceptos de multi y pluri e interculturalidad, podría entenderse como una cuestión de grados. En el primer peldaño de la escalera se logra reconocer las diferentes culturas, y es el entorno de la multiculturalidad. En el siguiente se hace posible el diálogo y el encuentro, que es la clave para la pluriculturalidad.
Con un paso más allá, la interculturalidad permite apreciar la forma en que las culturas se enriquecen. Colombia es un país intercultural, que se nutre del aporte de muchas personas que encuentran en la diferencia una oportunidad. Construir juntos es más fácil cuando sentimos cuanto suma el aporte de cada uno.
La gastronomía, la música colombiana, o los oficios y artesanías son ejemplos de manifestaciones culturales que se nutren de las diferentes culturas. La gran diversidad cultural alimenta la imaginación de una nación que no se puede definir en pocas palabras. Por eso te invitamos a reconocer la diversidad étnica y cultural de nuestro país, una de las razones que lo hacen único.
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