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Esta tradicional fiesta colombiana viene cargada de sorpresas, baile, música, gastronomía y mucha cultura tradicional.
Cada año, Neiva se viste de colores que representan la alegría de un país orgulloso de su cultura. En el Festival de San Pedro, tanto locales como extranjeros se reúnen en el Huila para celebrar, durante varios días, lo mejor de la cultura, baile, música, gastronomía y, en general, el folclor de esta zona de Colombia. Si tienes planeado viajar al país a mitad de año, ábrele un espacio en tu agenda para visitar Neiva, donde serás recibido con una de las fiestas más emblemáticas del país y por la gente que lleva esta tradición en la sangre. Por esto, aquí te sentirás como en un lugar que ya habías visitado antes y querrás hacer parte de las actividades y de todo lo que encierra este evento. Aquí te dejamos algunas razones por las que deberías vivir esta experiencia única que te atrapará.
El Festival Folclórico, Reinado Nacional del Bambuco y Muestra Internacional del Folclor, más conocido como el Festival de San Pedro, logra atraer a miles de personas dispuestas a vivir días inolvidables llenos de cultura, diversión y un intercambio cultural que vale la pena experimentar. Este se inició en honor a San Juan Bautista, un santo de la antigua Europa cristiana, que llegó a América por los españoles. En 1790, el gobernador de esta provincia llevó a cabo por primera vez esta celebración por orden del Rey de España que, durante 10 días, reunió lo mejor de la cultura de esta zona. En ese entonces, los huilenses se dedicaban a exponer a través de diversas expresiones culturales como la danza, la música e incluso concursos, esa tradición se mantiene firme hoy en día.
Además de la música y bailes típicos, podrás disfrutar la comida y otras expresiones culturales que debes presenciar.
El Sanjuanero hace parte del listado de bailes típicos colombianos que se toman las festividades. En esta época las calles se llenan de bailarines que durante todo un año ensayan y crean coreografías únicas que se complementan con el ritmo de la música en vivo. Este es un baile que logra reunir varias expresiones culturales de Colombia desde la representación histórica de las coreografías, hasta los trajes típicos utilizados por los bailarines y la importancia general de este ritual. Los trajes, por ejemplo, hacen parte fundamental de este baile, pues con estos, los hombres y mujeres se sienten del todo listos para representar la cultura. Estos se destacan por su colorido y tejidos artesanales creados por locales que cada año se preparan para las fiestas. Las mujeres suelen llevar una camisa de cuello bandeja blanca de boleros y una falda que puede variar de colores y texturas gracias a los bordados, tejidos y lentejuelas que les dan vida para llenar de color las calles de la ciudad. En el caso de los hombres, el traje es más sencillo y suele complementarse con los colores del traje femenino. Estos suelen vestir un pantalón de prenses de colores blanco y negro y varios accesorios como un sombrero tejido a mano, un pañuelo de seda y un cinturón de cuero. Así, cada año, decenas de bailarines contagian a los asistentes que, inevitablemente, terminan moviéndose al ritmo de la música.
Al igual que las cabalgatas, los desfiles se toman las calles de distintos barrios del departamento del Huila. Grandes, imponentes y coloridas carrozas creadas por artesanos locales, que durante todo el año dedican sus días a diseñar y dar vida a estas estructuras, salen a las calles a animar a los asistentes. En estas, las reinas y otros personajes típicos, que también deslumbran con sus trajes, saludan a quienes llenan las calles, además de los bailarines que con sus coreografías contagian a todos los asistentes. También podrás disfrutar desfiles nocturnos en los que las carrozas iluminadas de neón son la gran atracción y otros como el desfile tradicional de chivas, el desfile acuático y el gran desfile folclórico nacional. En todos estos, el objetivo principal es fortalecer y dar a conocer la identidad cultural que representa tanto al departamento del Huila como a todo Colombia.
Durante los días de Festival se llevan a cabo varios reinados que son el centro de atención de estas festividades. El reinado Popular del Sanjuanero Huilense, por ejemplo, es el encargado de elegir a la reina de las fiestas, que se convertirá en la máxima representante del evento. Por otro lado se llevan a cabo el reinado para elegir a la Señorita Neiva y el reinado Departamental del bambuco (baile típico de esta zona del país).
Esta es la segunda zona árida más grande de Colombia después de la Guajira y gracias a sus paisajes, fauna y flora, es considerado como uno de los territorios naturales más hermosos y llamativos de Colombia. Los colores ocre y gris de la tierra hacen de este un lugar espectacular que vale la pena visitar. Por eso, si logras sacar tiempo libre entre esta gran Fiesta, prepárate y alista tu cámara de fotos y aprovecha para pisar el Desierto de la Tatacoa. Aunque en 1538, el conquistador Jiménez de Quesada lo llamó el ‘Valle de las tristezas’, es un lugar en el que el cielo te abrazará y te hará sentir emocionado por ser parte de este lugar que la naturaleza nos regaló. Allí podrás conocer el laberinto, el árbol de los deseos, el ojo del desierto, el zoológico de arena, los hoyos, el salón de los fantasmas, el paso de la culebra, la torre y otros de los espacios más hermosos que seguro te deslumbrarán.
Es uno de los espacios arqueológicos más importantes de Colombia, y en 1995 fue declarado Patrimonio de la humanidad por la Unesco debido a su importancia histórica. Está ubicado en la cuenca alta del río Magdalena y une a varios municipios de Colombia. Su mayor atractivo es su contexto histórico y valor arqueológico, pues tiene una antigüedad de más de 2.000 años y es la necrópolis más grande del mundo, en la que se sepultaban los caciques principales de las etnias de estas zonas. Allí podrás ver varias estatuas y monumentos de piedra que representan la tradición e historia de esta zona del país.
En el Municipio de Paicol, ubicado en el suroccidente del departamento del Huila, tanto locales como turistas se encuentran en un lugar mágico en el que la tradición está presente en su gente, en las calles, la arquitectura y las tradiciones que se mantienen vivas generación tras generación. Además de su belleza, calor humano y deliciosa comida tradicional, es el lugar perfecto para los amantes de los deportes extremos y quienes disfrutan entrar en contacto con la naturaleza. Las aguas del Río Páez son perfectas para el rafting, pues su corriente y movimiento son perfectos para poner a prueba a los deportistas. Durante la travesía, también se puede disfrutar de las cavernas y caminos de piedra que componen un lugar naturalmente mágico, así que anímate a viajar hasta este lugar en el que te sentirás lleno de adrenalina. Por estas razones, la temporada de la Fiesta de San Pedro es perfecta para conocer otro de los tantos aspectos de la cultura colombiana que varía según la región. Aquí, como en otras fiestas del país, se vive con música, baile, comida y un intercambio cultural que incluye a todos los interesados en vivir esta experiencia. También te puede interesar: Un santuario para las aves en Colombia Colombia hace parte de los 17 países megadiversos del mundo Los diez mejores planes para disfrutar el Amazonas colombiano