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Los remedios caseros transmitidos de generación en generación son parte de la cultura y tradiciones colombianas. La biodiversidad del país ofrece una rica variedad de plantas medicinales que, según las creencias populares.
Según el estudio “La medicina popular en la costa norte de Colombia: una visión general”, publicado por el Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine, los métodos tradicionales para curar enfermedades por medio de las plantas son un reflejo de la influencia de las culturas indígenas a lo largo de la historia del país y, por tanto, son una parte fundamental de la cultura colombiana.
Las abuelas colombianas han cumplido un papel importante en la preservación de estas tradiciones. Estos son cinco de los remedios caseros más populares:
Las propiedades medicinales de las hierbas son ampliamente conocidas y continúan siendo un remedio “de cabecera” en muchas familias colombianas. Entre los tés más populares se destacan el de hierbabuena que, según las abuelas, ayuda a curar el dolor de cabeza y estómago. Otra receta recomendada es el té de manzanilla que se usa para combatir la ansiedad y el insomnio.
La preparación de los tés de hierbas es muy sencilla: solo se necesita tomar dos cucharadas de hojas secas y hervirlas en una taza de agua. Luego, se deja en reposo por alrededor de 30 minutos hasta que sea el momento de tomarla.
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También conocida como sábila, es otra de las plantas a las que se le otorgan propiedades medicinales, especialmente antiinflamatorias y regenerativas. El uso más popular del gel de aloe vera es en el tratamiento de las quemaduras menores; sin embargo, también es utilizado para combatir la caspa, la conjuntivitis e incluso para prevenir la caída del cabello. Algunos hombres también creen que masajear el cuero cabelludo con este gel les ayuda a prevenir la calvicie.
A esta planta se le atribuyen propiedades antisépticas y cicatrizantes, por lo que es ampliamente usada para tratar las heridas de la piel.
Las abuelas también recomiendan el té de caléndula para los problemas digestivos como la gastritis, la acidez y la indigestión. Incluso, en algunos hogares, se acostumbra tomar una taza de té de caléndula después de cada comida para facilitar la digestión.
El jengibre es utilizado ampliamente en la gastronomía de diferentes regiones del mundo. Sin embargo, en Colombia, este ingrediente es recomendado como una cura para el dolor de garganta, tos, ronquitis, bronquera y resfriado. Al igual que la caléndula y las hierbas, el jengibre se consume en una bebida caliente, cortándolo en rodajas y dejando que hierva a fuego lento hasta obtener un té aromático.
Este es probablemente el remedio favorito de los hogares colombianos. Se prepara con la panela, un subproducto de la caña de azúcar que es cultivada principalmente en el Valle del Cauca.
Existen distintas recetas. En Cesar, se suele mezclar con jengibre molido y ron para mitigar la tos; mientras que en el altiplano cundiboyacense se mezcla con aguardiente o brandy y hojas de eucalipto para curar afecciones del pecho. No obstante, la preparación más tradicional es la aguapanela con limón que las abuelas suelen recetar para el resfriado y el dolor de garganta.
El uso de las plantas con fines medicinales es una tradición que hace parte del día a día de las familias colombianas y un ejemplo más de la riqueza cultural del país.
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