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Las abejas han sido calificadas por la ONU como la especie más importante del mundo y Colombia ocupa uno de los primeros lugares en número de especies en Latinoamérica.
Desde hace más de 30 millones de años, las abejas habitan nuestro planeta. Su función es muy importante para el desarrollo sostenible, pues son las encargadas de transportar el polen de flor en flor, convirtiéndose en los principales agentes de la polinización de los alimentos, un trabajo muy importante que garantiza el suministro diario de alimentos en el mundo. Además, contribuyen a la conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas. Por esta razón, las Naciones Unidas declararon el 20 de mayo como el Día Mundial de Las Abejas, una fecha que coincide con el nacimiento de Anton Janša (pionero de la apicultura moderna), y que busca llamar la atención de todos sobre la importancia de las abejas y la necesidad de protegerlas. ¿A qué se debe esta preocupación? Estos insectos corren el peligro de extinguirse en el mundo, debido a las repercusiones humanas. ¡Hagamos parte del cambio!
La polinización es el proceso de transporte del polen de una flor a otra flor, una acción que permite que se reproduzca cualquier tipo de semilla y de frutas, algo fundamental para el mantenimiento de la vida sobre la tierra. Se estima que 170.000 especies de plantas silvestres reciben el polen de abeja, lo que quiere decir, que al menos cinco de cada 10 cosas que comemos, han tenido acción directa de los insectos.
Elementos de las colmenas como la miel, la jalea real, la cera, los propóleos, el polen, incluso, el veneno de abeja es completamente curativo. A través de la apiterapia, una terapia alternativa basada en estos elementos, se previenen y curan diversas enfermedades musculares y de las articulaciones, autoinmunes y del sistema inmunológico.
Estos insectos polinizadores por excelencia, esenciales para mantener el equilibrio de la naturaleza, contribuyen a la supervivencia de muchas plantas silvestres que se reproducen gracias al transporte del polen de abeja. Se dividen en 7 familias y más de 20.000 subespecies.
De acuerdo con el Ministerio de Agricultura de Colombia, en el país se registran al menos 550 especies, aunque la cifra podría ascender a 1.445, pues el inventario está aún en proceso, situando a Colombia en los primeros lugares en Latinoamérica, junto con México y Brasil.
Entre los tipos de abejas más representativos de Colombia, se encuentra la Tetragonisca angustula Latreille, más conocida como “abeja Angelita”, su miel es apetecida por su uso medicinal (30 veces más antioxidante que la miel tradicional). Igualmente, las melíferas nativas (Meliponas), de las cuales se aprovechan al menos unas 35 especies para la producción de miel de abeja en el país.
El número de colmenas en Colombia ha crecido de manera constante. De acuerdo con cifras de la Cadena Productiva de Las Abejas y la Apicultura, pasó de 89.200 a 135.117 de 2010 a 2019. Un crecimiento del 51% en la última década.
Colombia es un país privilegiado para la producción de miel especial, gracias a los tipos de bosques y a su biodiversidad. Por ejemplo, en el altiplano cundiboyacense se produce un polen de abeja rico en proteínas y vitaminas, y en los Llanos Orientales el árbol de la acasia mangium produce un néctar extrafloral, apto para estos insectos. Además, gracias al trabajo de 3.500 apicultores, quienes generan alrededor de 7.000 empleos directos y 20.000 indirectos, se produce miel de abeja especial como la de Acacia, extraída de la resina del árbol de Acacia que se encuentra en los Llanos Orientales y que se caracteriza por sus notas ahumadas y vegetales. Así como la miel de café, que se extrae de la zona cafetera y tiene un nivel de dulzor balanceado. También, otro tipo de miel de abeja de floración tropical, que proviene de una cosecha de flores nativas de la Sierra Nevada de Santa Marta.
La miel es un universo por descubrir, pues dependiendo del lugar geográfico donde se encuentre y la especie de abeja que la produzca, tiene un sabor, un color y una textura distinta. Diferentes empresas colombianas se han dado a la tarea de crear una oferta sorprendente de mieles colombianas especiales, te presentamos algunas.
Estas mieles son 100% naturales y crudas, es decir, no han tenido ningún proceso de transformación industrial. Algunas de estas son mieles multiflorales (resultado de la visita de estos insectos a diferentes plantas silvestres), o de una sola flor, mientras que otras son mezcladas con otros ingredientes.
Sus mieles son multiflorales de bosque nativo, principalmente mezcladas con eucalipto, y tienen un sabor maderoso suave. Además, tienen un polen de abeja, una mezcla de miel, polen, propóleo, jalea real y cera, así como mieles cremadas con arándanos.
Estas mieles, provenientes de pequeños apicultores de diversas zonas del país, son infusionadas con productos naturales como jengibre, cítricos, tomillo, canela y jalapeños, potencializando sus beneficios.
En Colombia, el segundo país más biodiverso del mundo, estamos comprometidos con la conservación de las abejas y reconocemos su importancia para la protección de los ecosistemas. También te podría interesar: Biodiversidad colombiana: bosques y selvas que no sabías que existían Tipos de flores colombianas Hierbas aromáticas que existen en Colombia