Páramos colombianos: tesoros naturales en el país de la belleza
Descubre 5 páramos encantadores de Colombia. Explora la belleza única de nuestros ecosistemas en este artículo.
Colombia es un país de paisajes majestuosos y una gran diversidad biológica. Entre sus muchos tesoros están los páramos, espacios únicos en lo más alto de las cordilleras, que dan lugar a una de las fábricas de agua más importantes del mundo. Además de abastecer de agua, los páramos son refugio de especies endémicas, leyendas, cultura y una enorme riqueza natural. A continuación, te invitamos a descubrir algunos de ellos, refugios de diversidad y fuente de conservación natural.
1. Páramo de Sumapaz: santuario natural y el páramo más grande del mundo
Cortesía, roadtrip.travel
El Páramo de Sumapaz, ubicado en la Cordillera Oriental de Colombia, es el más grande del mundo, con una extensión de más de 333.420 hectáreas y altitudes que oscilan entre los 2.800 y los 4.310 msnm en el pico Nevado del Sumapaz. Entre sus lagunas de origen glaciar están la Laguna de los Tunjos, Chisacá, Larga, La Guitarra y Boca Grande, que dan origen a ríos como el Chisacá y el Ariari, que a su vez alimentan cuencas que llegan tanto al Magdalena como al Orinoco. Además, este páramo también lo comprenden complejos de humedales, turberas y nacimientos de corrientes subterráneas.
Sumapaz conserva una diversidad biológica única, con especies de flora como el frailejón, el chusque, los musgos y los líquenes, junto a animales emblemáticos como el oso de anteojos, el venado de cola blanca, el puma, el águila paramuna y el zorro de páramo. Además, el Sumapaz proporciona agua potable para millones de personas en Bogotá y en comunidades cercanas, como Pasca, San Bernardo, Cabrera y Fusagasugá, gracias a su importante papel como regulador hídrico de los recursos en la región.
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2. Páramo de Santurbán: paraíso de flora y fauna
Cortesía, aida-americas.org
El Páramo de Santurbán es una de las maravillas naturales de Colombia que se ubica a tan solo 72 kilómetros de Bucaramanga. Este ecosistema se extiende por los departamentos de Santander y Norte de Santander y comprende aproximadamente 142.000 hectáreas de alta montaña, turberas, lagunas, y picos escarpados. Este lugar incluye áreas protegidas como el Parque Natural Regional Santurbán y el DMI Páramo de Berlín. Además, es hogar de más de 450 especies vegetales, muchas endémicas, así como unas de un gran número de especies de fauna, consolidándose como una zona de gran importancia biológica para la región.
Los majestuosos paisajes del Páramo de Santurbán oscilan entre los 2.800 y 4.290 m de altura, con especies nativas como el bambú andino o chusque, que se destacan entre la flora del lugar. Además, el páramo es el lugar de nacimiento de ríos como el Zulia y el Suratá que abastecen de agua potable a la población de Bucaramanga y más de 48 municipios de la región, ayudando así a conservar el equilibrio hídrico de todo el territorio.
3. Páramo de Pisba: escenario histórico y cultural
Cortesía, parquesnacionaless.gov
El Páramo de Pisba, ubicado en la Cordillera Oriental, entre los departamentos de Boyacá y Casanare, abarca un área de aproximadamente 106.243 hectáreas, con altitudes que oscilan entre los 3.100 y 4.100 m sobre el nivel del mar. Además, este ecosistema es una importante estrella hídrica, ya que de él nacen ríos como el Cravo Sur y el Pauto, que abastecen de agua tanto a Boyacá como a Casanare. En el Páramo de Pisba también se encuentran más de 30 lagunas, como El Tendido y Lago Picachos, que engalanan el paisaje y mantienen el equilibrio hídrico de la región.
Este páramo colombiano, históricamente famoso por haber sido testigo del paso de la Ruta Libertadora, también es un tesoro de la biodiversidad. Alberga especies vegetales emblemáticas como el frailejón, el árbol Polylepis quadrijuga y la Puya santosii, así como aves y mamíferos como el oso de anteojos y el venado de cola blanca. De esta manera, el Páramo de Pisba se destaca como un paraíso natural y gran fuente hídrica colombiana, en lo más alto de la Cordillera Oriental de los Andes.
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4. Parque Nacional Natural Chingaza: lugar de biodiversidad
Cortesía, icn.org
El Parque Nacional Natural Chingaza es un tesoro natural y cultural del centro de Colombia. La magia de sus montañas guarda secretos y saberes heredados de los muiscas y los guayupes —pueblos indígenas que resguardaron este territorio— así como de comunidades campesinas que lo habitan desde hace más de 40 años. Ubicado en la Cordillera Oriental de Colombia, Chingaza se extiende desde los 800 hasta los 4.050 m de altitud, conformando un paisaje de páramos, lagunas, turberas y bosques de altura.
El Páramo de Chingaza es vital para Bogotá: proporciona aproximadamente el 80 % del agua potable que consume la ciudad. Entre sus lagunas más emblemáticas están la Laguna de Chingaza, el Embalse del Chuza, y las Lagunas de Siecha, en cuyas aguas se encontró una de las balsas prehispánicas de la Leyenda de El Dorado. Además, el páramo alberga especies endémicas como la Espeletia uribei, musgos de turbera y diversidad de fauna como el oso de anteojos, venados y cóndores andinos, reflejo de la diversidad de este lugar.
5. Parque Nacional Natural Puracé: cuna de ríos y refugio de vida silvestre
Cortesía, Mochiliante
Declarado por la UNESCO como Reserva de la Biosfera en 1979, el Parque Nacional Natural Puracé es el lugar donde nacen los principales ríos de Colombia: Magdalena, Cauca, Patía y Caquetá. Se extiende por los departamentos del Cauca y Huila, dentro de un área de aproximadamente 76.600 hectáreas, y se eleva desde los 3.000 hasta los 4.670 metros sobre el nivel de mar, siendo el punto más alto el Volcán Pan de Azúcar. Dentro de esta área protegida se encuentra la cadena volcánica de los Coconucos, con el Volcán Puracé como su pico más representativo, y otros como el Sotará, Piocolló, Quiriquinga, Calambás, Paletará, y Pucará, que parecen recrear un paisaje de otro planeta.
Este ecosistema es hogar de más de 50 lagunas y tiene una biodiversidad impresionante: alberga especies vegetales únicas como pajonales y frailejones. Su ecosistema también es diverso e incluye mamíferos como el oso de anteojos, la danta de páramo, venados conejo, venados rojos, ardillas, y una gran variedad de aves como el cóndor de los Andes.
Conserva y cuida los páramos de Colombia
Los páramos colombianos son verdaderos santuarios de vida e historia. Desde el imponente Páramo de Sumapaz hasta los paisajes volcánicos del Puracé, cada uno de estos ecosistemas representa un tesoro natural que sostiene la biodiversidad, regula el clima y alimenta ríos vitales que abastecen a millones de personas. En ellos habitan especies únicas como el oso de anteojos, el venado de cola blanca, el frailejón y el cóndor andino, lo que los convierte en espacios clave para la conservación ambiental. Por eso, su protección es tan esencial para garantizar el equilibrio ecológico y la seguridad hídrica del país. Explorar estos paisajes es una oportunidad para reconectar con la naturaleza, valorar nuestra riqueza natural y entender por qué Colombia es, sin duda, el país de la belleza.