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Santuario de Fauna y Flora Malpelo: conservación y orgullo colombiano

En las profundidades del Pacífico, Malpelo protege un mundo submarino único, orgullo y símbolo de la biodiversidad marina colombiana.

Lagarto azul sobre rocas en la isla Malpelo
Créditos: Sandra Bessudo / Fundación Malpelo y Otros Ecosistemas Marinos.
Nota: Anolis del Malpelo, lagarto endémico terrestre.

 

A 506 kilómetros del litoral colombiano emerge la imponente Isla de Malpelo, un rincón del Pacífico Colombiano donde la vida marina late con fuerza. Este territorio, rodeado por aguas profundas y misteriosas, es un verdadero paraíso submarino que alberga una gran riqueza natural de biodiversidad marina. En sus aguas se refugian especies únicas que encuentran aquí un espacio seguro. Malpelo es, sin duda, un área marina protegida y un lugar donde la naturaleza se manifiesta en toda su grandeza y libertad.

Hoy, 30 años después, el Santuario de Fauna y Flora Malpelo sigue siendo un emblema de conservación para Colombia y el mundo. Reconocido como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, este santuario protege alrededor de 47.000 km² de océano, donde se conserva el hábitat de un gran ecosistema. Su existencia representa un compromiso constante con la vida y la ciencia. Tres décadas después, Malpelo continúa siendo motivo de orgullo nacional. Conoce más sobre su historia y reconocimientos.

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Isla Malpelo: un viaje por los hitos que protegen la vida en el mar

Formaciones rocosas de la isla Malpelo en el océano Pacífico colombiano
Créditos: Sandra Bessudo/ Fundación Malpelo y Otros Ecosistemas Marinos.
Nota: Isla Malpelo.

 

 

1995 – Creación del Santuario de Fauna y Flora Malpelo

El Gobierno de Colombia declaró la Isla Malpelo y sus aguas circundantes como Santuario de Fauna y Flora, bajo la administración de Parques Nacionales Naturales. Esta decisión fue impulsada por el trabajo de investigación y sensibilización liderado por Sandra Bessudo, quien desde finales de los años 80 buceaba en la zona y documentaba su biodiversidad marina y la necesidad de protección. Su labor marcó un hito en la historia de la conservación y sentó las bases para el estudio y la protección de la ecología marina del Pacífico Colombiano.

1999 – Fundación Malpelo y Otros Ecosistemas Marinos

Para fortalecer la conservación del área, Sandra Bessudo funda la Fundación Malpelo y Otros Ecosistemas Marinos, que desde entonces ha sido un pilar en la gestión del conocimiento, el monitoreo científico, la educación ambiental, el control y vigilancia en el santuario. La Fundación se convierte en aliado estratégico de Parques Nacionales, canalizando apoyo técnico y financiero nacional e internacional.

2006 – Declaración como Patrimonio Natural de la Humanidad (UNESCO)

Uno de los hitos más destacados en la historia del santuario fue la nominación impulsada y respaldada técnicamente por Sandra Bessudo y su equipo en la Fundación Malpelo, quienes lideraron la preparación del expediente técnico presentado por Colombia ante la UNESCO. La declaratoria reconoció el valor universal excepcional del sitio como hábitat de especies migratorias y de grandes agregaciones de tiburones martillo, silky y galápagos.

2010–2011 – Fortalecimiento institucional y control de la pesca ilegal

Desde la Alta Consejería Presidencial para la Gestión Ambiental, la Biodiversidad, Agua y Cambio Climático, Sandra Bessudo impulsó acuerdos interinstitucionales que unieron esfuerzos entre la Armada Nacional, Parques Nacionales Naturales y la Fundación Malpelo. Este logro reforzó la soberanía marítima del país y consolidó el papel de Malpelo como un ejemplo de protección y gestión sostenible en los mares de Colombia y el Pacífico Colombiano.

2021 – Reconocimiento como “Blue Hope Spot” por Mission Blue

En 2021, la organización internacional Mission Blue, liderada por la reconocida oceanógrafa Sylvia Earle, declaró a Malpelo como un “Blue Hope Spot”, uno de los lugares más importantes del planeta para la salud del océano. Este reconocimiento reafirmó el papel del santuario como un pulmón azul del Pacífico y un patrimonio natural submarino.

 

Fundación Malpelo: protección de la biodiversidad en el Santuario de Fauna y Flora Malpelo

Buzo marcando un tiburón aletinegro bajo el agua en el océano Pacífico
Créditos. Oliver Borde / Fundación Malpelo y Otros Ecosistemas Marinos.
Nota: Sandra Marcando tiburon.

 

 

La Fundación Malpelo y Otros Ecosistemas Marinos promueve la protección y el cuidado de áreas marinas y costeras de Colombia y el mundo, fomentando el uso sostenible de los recursos naturales. Su labor, liderada por Sandra Bessudo, ha sido clave para fortalecer la investigación científica, la vigilancia y la educación ambiental en torno al santuario. Gracias a su trabajo constante, Colombia ha logrado consolidar una red de colaboración nacional e internacional que protege la vida marina. La Fundación vela por la preservación de las especies que habitan en Malpelo e inspira conciencia sobre la importancia de cuidar los océanos.

 

Tres décadas de logros que consolidan a Malpelo como orgullo de Colombia

Tiburón martillo nadando sobre el arrecife en aguas del Pacífico colombiano
Créditos: Sandra Bessudo/ Fundación Maleplo y otros Ecosistemas Marinos.
Nota: Tiburón martillo, especie insigne del Santuario.

 

 

Treinta años después, el Santuario de Fauna y Flora Malpelo se consolida como un ejemplo mundial de conservación marina. Las sucesivas ampliaciones de su área protegida —en 2006, 2017 y 2022— han permitido resguardar un territorio oceánico cada vez más extenso, hogar de innumerables especies que encuentran en estas aguas un refugio seguro.

Gracias al trabajo científico continuo, hoy se conocen mejor las poblaciones de peces óseos y tiburones, sus rutas migratorias y los roles ecológicos que cumplen dentro de un ecosistema fascinante. A esto se suma el impulso del ecoturismo sostenible y la educación ambiental, liderados por la Fundación Malpelo, que han acercado a investigadores, buzos y ciudadanos a la importancia de proteger nuestros mares.

Finalmente, los reconocimientos internacionales —como su designación como Joya Marina de Colombia, Área Marina de Importancia Ecológica o Biológica (EBSA), Refugio Oceánico Global (GLORES) y su inclusión en la Lista Verde de la UICN— reafirman el impacto de este esfuerzo colectivo. Malpelo es hoy un símbolo de orgullo nacional y una prueba de que en Colombia la ecología marina es sinónimo de compromiso, conocimiento y cuidado.

 

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