La evolución de una marca que hoy por hoy se consolida como una empresa familiar y se proyecta como una firma internacional, con un sello netamente colombiano.
Este segundo semestre del año será fundamental para los planes de internacionalización de la diseñadora Adriana Santacruz, quien ya desde el 2009 empezó a dar pasos hacia el exterior y que ahora profundiza, luego de importantes logros en materia de negocios como producto de las gestiones que han venido realizando con tal fin, entre ellas, las participaciones en ferias muy clave como fueron los casos de Colombiamoda en Medellín y Vancouver Fashion Week en Canadá.
Juan Santacruz, hijo de la diseñadora, es el director administrativo de lo que hoy por hoy empieza a pasar del ámbito de la maca personal -que se viene construyendo desde hace más de 13 años-, a la corporeidad de una empresa textil y de moda cada vez más sólida, con proyectos estructurados encaminados al fortalecimiento en el mercado y la penetración del internacional.
Actualmente tiene dos tiendas propias en Colombia, ubicadas en Pasto –donde funciona el taller- y Bogotá – donde se encuentra así mismo su centro administrativo. Igualmente, cuenta con una distribución exclusiva en Santiago de Chile, donde se vende por consignación, y la atención a pedidos concretos por parte de un representante de ventas en Estados Unidos.
Para este segundo semestre su estrategia se focalizará –por un lado- en la profundización de la comunicación con el nicho de mercado nacional, de donde proviene casi el 100% de las ventas totales, -y por el otro- se busca mejorar las negociaciones exteriores existentes para que pasen a manejarse por volúmenes y convertir a Adriana Santacruz en proveedora de superficies especializadas en su nicho de mercado – mujer moderna, elegante, identificada con valores étnicos y culturales de arraigo tradicional que valora y consume productos diferenciados y únicos.
Justamente de la actual industria de Adriana Santacruz no se permite, por ejemplo, prácticas de consumo masivo que vayan en detrimento de la calidad de vida y la justa remuneración de su mano de obra, hoy por hoy artesanos de la comunidad de Los Pastos en Nariño y Tufiño en el norte de Ecuador, alrededor de 45 familias que trabajan con ella en un acuerdo de honor, bajo en norte de prácticas de desarrollo humano sostenible.
La última colección presentada, Relámpago, fue una propuesta de piezas de vestir elaboradas durante seis meses en telar, bajo el concepto de “desestructura”, con prendas únicas y exclusivas, pero ya Santacruz ya se encuentra preparando una muestra textil tejida, que fusionará con otros materiales de vanguardia como el neopreno y el cuero, bajo el concepto de “estructura”, es decir, empezaron a hacer patronaje para sacar una Edición Limitada que conserve las características de exclusividad.