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Eje o área de promoción
El cine nacional está siendo reconocido en todo el mundo. El productor Federico Durán comparte su visión de este fenómeno, del que hace parte su película Alias María.
Federico Durán – Productor de Alias María
Hace 100 años se estrenó El drama del 15 de octubre, el largometraje con el que inició la historia del cine colombiano que actualmente está pasando por uno de sus mejores momentos. El récord alcanzado en 2014 con el estreno de 24 películas nacionales en el país y el reconocimiento de cintas colombianas en el Festival de Cannes hablan por sí solos sobre la evolución del cine nacional a lo largo del tiempo.
No existe un solo protagonista de este fenómeno, y de hecho la diversidad de narrativas, historias y visiones de la realidad de una nueva generación de cineastas colombianos es en gran medida responsable de llamar la atención de espectadores y expertos de todo el mundo. (También puedes leer: Colombia, destino para el rodaje de películas extranjeras)
Federico Durán, productor de la película Alias María que se estrenó en Cannes este año y que se proyectará en salas comerciales desde el 14 de noviembre, compartió su visión de este panorama con Marca Colombia.
Creo que en este punto se deben destacar dos factores que busca Cannes en las películas que hacen parte de su festival. El primero es la calidad técnica, que es un filtro indispensable para cualquier festival. No se trata solo de contar una buena historia sino de hacerlo de la mejor forma y con una calidad impecable en la dirección, la fotografía, la música, el trabajo actoral. Eso es lo que podemos ver en las películas colombianas que actualmente se ganan el reconocimiento de festivales y críticos reconocidos.
En segundo lugar es fundamental haber acertado al tomar un riesgo. Es importante atreverse a contar historias interesantes a través de narrativas y recursos técnicos creativos y distintos. Cuando se hace un rodaje con un equipo reducido, con actores naturales o cuando se experimenta con el sonido y la fotografía se está tomando un gran riesgo que en el caso de Alias María, como en otras películas colombianas, termina aportando a la historia. Ese atrevimiento da un sello único que los festivales de todo el mundo están buscando.
Claro que hay otras características. En Colombia no existe una gran tradición de cine como en otros países pero eso en lugar de ser una limitación es una ventaja. Nuestro cine no se hace bajo una fórmula única como en otros lugares y eso lleva a los cineastas a experimentar y crear películas distintas y frescas. Además, Colombia es un país diverso y lleno de historias que los buenos observadores aprovechan para hacer cine. Eso también define a las películas colombianas, las historias interesantes realizadas con creatividad y recursividad que marcan la diferencia. (También puedes leer: Cinco películas para entender cómo piensa y siente un colombiano)
El hecho de que el cine nacional se esté construyendo día a día y de que los ojos de los expertos de otros países estén puestos sobre las películas colombianas no significa que el trabajo ya está hecho. Por el contrario, es importante continuar con la experimentación y aprovechar que las buenas críticas están logrando que los colombianos que van a cine elijan películas nacionales y que cada vez sean más taquilleras. Por otra parte, es fundamental fortalecer las miradas independientes de los directores colombianos desde su formación.
Pensando en eso, el equipo de Alias María y otros colaboradores estamos trabajando en una serie de talleres audiovisuales para que niños de todas las edades creen piezas creativas y de calidad que puedan ser mostradas en otros lugares del mundo y aporten a la construcción del cine colombiano. Como Federico Durán hay muchos otros productores y directores que le apuestan al cine nacional, y que trabajan para escribir uno de los capítulos más representativos de la historia de la cinematografía colombiana.
La Ley de Cine que impulsa la producción audiovisual mediante estímulos tributarios también es responsable del auge de las películas colombianas, pero en definitiva la forma de contar historias y experiencias de Colombia es el sello que marca las producciones nacionales que se abren paso en el extranjero y ponen en alto el nombre del país.