
Descubre el arte rupestre en Colombia: una herencia tallada y pintada en piedra que revela los secretos de antiguas culturas. Conoce su historia, técnicas y lugares donde contemplarlo en el país de la belleza.
El arte rupestre es una forma de expresión ancestral que ha perdurado a lo largo de los años, y en Colombia está cargado de belleza, misterio y significado. Desde figuras de animales hasta símbolos enigmáticos aún por descifrar, las pinturas rupestres y grabados son verdaderas ventanas al pasado. En este artículo te invitamos a viajar en el tiempo y descubrir los secretos que guarda el arte rupestre en distintos rincones del país de la belleza.
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En Colombia, el arte rupestre se manifiesta de diferentes formas, dependiendo de la región, la cultura ancestral que lo creó y el mensaje que buscaba transmitir. Aquí se pueden encontrar pinturas rupestres, hechas con pigmentos naturales como el óxido de hierro, que tiñen las rocas con tonos rojizos, ocres y negros; y también grabados rupestres o petroglifos, tallados directamente sobre la superficie de la piedra. Algunas figuras representan animales, seres humanos, escenas de caza o rituales, mientras que otras son símbolos geométricos que pueden tener diferentes interpretaciones. Entre los diferentes tipos de manifestaciones artísticas se encuentran:
Pictografías: Es un tipo de escritura ideográfica que recurre a símbolos o a iconografías rupestres para la representación de ideas sin usar palabras. Pintadas con pigmentos naturales, estas figuras transmiten creencias, escenas de la vida cotidiana o visiones del mundo espiritual de los pueblos antiguos.
Petroglifos: Son grabados hechos en piedra que se generaban al raspar o tallar su superficie mediante técnicas como incisión, tallado o abrasión. Un ejemplo de esto son los petroglifos del Parque Arqueológico de San Agustín, en Huila, donde se encuentran figuras esculpidas en piedra por culturas prehispánicas.
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Para la realización de pinturas rupestres, se emplearon pigmentos naturales como óxidos de hierro y carbón vegetal, los cuales se mezclaban con grasa animal, agua o resinas vegetales. Estos pigmentos se aplicaban directamente sobre la superficie de la piedra y eran pintadas con los dedos, pinceles rudimentarios hechos de ramas, o incluso soplando la mezcla a través de cañas huecas. En el caso de los grabados o petroglifos, se utilizaban técnicas como la incisión, el tallado o la abrasión. Estas técnicas variaban según la región, los materiales disponibles y la intención simbólica o ritual del arte creado.
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El arte rupestre en Colombia tiene un profundo significado cultural e histórico. Estas manifestaciones gráficas, creadas por comunidades prehispánicas, eran formas de comunicación, expresión simbólica y conexión con el mundo espiritual y natural. A través de figuras humanas, animales, símbolos geométricos, técnicas pictóricas precolombinas y escenas cotidianas, los antiguos habitantes representaban sus creencias, rituales, visiones del cosmos y su relación con el entorno. Hoy en día, este patrimonio tiene un valor invaluable como un testimonio del pasado y una fuente de identidad para comunidades indígenas actuales.
El país de la belleza guarda en su geografía un testimonio de antiguas civilizaciones: el arte rupestre. Talladas o pintadas en piedra, estas expresiones gráficas revelan aspectos espirituales, cotidianos y simbólicos de pueblos originarios. A continuación, te presentamos cinco lugares de Colombia donde se ha documentado este valioso legado arqueológico.
1. Parque Nacional Natural de Chiribiquete: La Serranía de Chiribiquete alberga una de las mayores concentraciones de arte rupestre del país. El arte rupestre de Chiribiquete registra cientos de figuras humanas, animales y formas geométricas, asociadas a rituales y mitologías de pueblos indígenas.
2. San Jacinto y San Juan Nepomuceno: Estos municipios del departamento de Bolívar son el hogar de una serie de tesoros arqueológicos grabados en roca, llamados también petroglifos, los cuales fueron elaborados por los indígenas de la cultura Zenú. También se han hallado vasijas y otros objetos que datan alrededor de 4000 a.C., incluyendo piezas de cerámica consideradas entre las más antiguas de América.
3. Parque Arqueológico de Facatativá: Conocido también como Piedras de Tunja, este sitio contiene más de 60 murales con pigmentos naturales. Las representaciones, atribuidas a los muiscas, muestran escenas rituales, animales, figuras humanas y símbolos que podrían superar los 2000 años de antigüedad.
4. Los Santos y El Cañón del Chicamocha: Estas zonas concentran una importante riqueza arqueológica con vestigios de la cultura Guane. Entre ellos se encuentran pinturas rupestres con motivos solares y animales, considerados elementos sagrados en su cosmovisión.
5. Serranía de la Lindosa: Este lugar es reconocido por sus impresionantes paisajes rocosos además de sus valiosos yacimientos de arte rupestre con miles de años de antigüedad. Las pinturas precolombinas de la Serranía la Lindosa muestran escenas de caza, animales y figuras humanas, revelando la riqueza cultural de las antiguas civilizaciones.
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