¿Recuerdas todas las veces que saltabas junto a la mesa mientras mamá y el resto de la familia acomodaban los platos con cada una de tus recetas favoritas?
Cuando no hacías esto, corrías de lado a lado de la casa en busca de tu abuelita, alguna tía o quizás uno de esos tíos que, al igual que ellas, descrestaba a todos con su increíble sazón. Pero no se trataba tan sólo de que la comida, de que cada plato que se preparase en esa cocina en la que tantas veces habías jugado mientras los adultos cocinaban supiese bien. Había algo más. Algo mucho más valioso que, entre notas saladas y dulces, saboreabas entre risas y comentarios elogiosos a los chefs. Era algo que, entre el corazón y la boca como medialuna, se sentía increíble. Lo sentías en el pecho, en el alma. Eras feliz, estabas en casa. Eso era lo que sentías cada vez que saboreabas esos exquisitos platos de mamá, de tu abuelita, de las comidas familiares. Sentías que, tras cada bocado, había una historia: la de tu familia y sus lazos de amor, la de tu abuelita y su madre, a quien no conociste, pero a la que amas por ser la matriarca de toda esa casa que ahora sonríe, celebra la vida. Porque luego, con los años, volvías a probar las empanaditas de pipián, pero no eran las mismas que hacían entre todos en casa; o capaz un ajiaco, aunque no sabía como el de mamá; o un sancocho, pero ni se acercaba en sazón al del tío Hernando. Faltaba algo… faltaba todo. Faltaba el amor de casa y la sazón que sólo se construye de generación en generación, entre personas que cocinan para los que más quieren y cultivan sabores únicos, recetas de esas que sólo es posible repetir si las llevas en el corazón. Porque la calidez colombiana ahora ya no sólo se siente tras cada bocado de nuestra exquisita cocina hecha en casa, sino que también se sirve para que la mesa recuerde lo que nos hace únicos, Marca País y CORONA, junto a Viviana Grondona, quisimos hacer una vajilla como ninguna. Para ello, trabajamos junto a la empresa que más sabe de cerámica en todo el país; la misma que, con más de 140 años de experiencia en este arte, ha acompañado las comidas de toda Colombia por generaciones. También quisimos que la calidez viniese imaginada por el pincel y la increíble paleta de colores de Viviana Grondona, la artista que ha plasmado en su arte y sus ilustraciones la alegría y la calidez de Colombia con un toque único, lleno de vida, ese que tanto nos gusta. Ahora, además del sabor de casa, iluminamos el comedor con las increíbles maravillas naturales de Colombia y los atributos que nos distinguen de cualquier otro país del mundo. Y es que si preguntamos en cualquier parte en qué lugar del mundo sus habitantes tienen el toque inigualable de amor, felicidad, sabor y color, todos responden Colombia. Esto lo tiene claro Viviana; al igual que Marca País y CORONA. Por eso quisimos que la calidez del hogar se revistiera del colorido y la riqueza cultural de nuestra tierra. Gracias a CORONA, la empresa que mejor ha acompañado las reuniones en familia y entre amigos de toda Colombia, en compañía del talento de Viviana, hicimos realidad este sueño: que en todas las casas nuestra deliciosa comida típica y hasta el más simple pasabocas encontrara su mejor compañía. Que cada plato contase nuestra historia: la de nuestros abuelitos, la de papá y mamá, la de nuestros primos; la de los momentos inolvidables entre amigos y la alegría de estar en casa; la de Colombia, nuestro hogar, la tierra de los miles de sabores y colores que reconocemos en nuestra fauna y flora, en las caídas de sol, en las montañas repletas de café y los mares de miles de colores. Deja que la calidez de Colombia se sirva en tu mesa con la vajilla edición especial Corona y Marca País. ¡Verás cómo la alegría colombiana hace presencia en cada una de las delicias que cocinas para los que más quieres!
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El libro de la calidez ¿Por qué la identidad colombiana es sinónimo de calidez? Cinco comportamientos que te indican cómo son las familias colombianas