El fogón de la denominada ‘zona paisa’ hace parte esencial de su identidad regional y se caracteriza por la variedad tanto de ingredientes como de formas y técnicas de preparación.
Esta cocina es el resultado de una mezcla de varias culturas. Desde épocas precolombinas y hasta la fecha productos como el maíz, algunas clases de fríjoles, la yuca y otros tubérculos, hortalizas, hierbas aromáticas, especias, frutas silvestres y carnes de animales de caza y pesca hacen parte esencial de sus preparaciones.
Con la colonización llegaron otros comestibles como, por ejemplo, el cerdo, ciertos embutidos de España, el plátano de África y el arroz de España, aunque es originario de Asia en donde se comenzó a utilizar 3.000 años antes de Cristo. Así mismo, se incorporaron diversas costumbres, técnicas de cocción y modos de servir las comidas y con ellas se hizo evidente una clasificación gastronómica gustativa en armonía con las clases sociales.
La cocina de hoy
Aunque existen especialidades antioqueñas genéricas, las preferencias, como en muchas otras partes de nuestro país, están dadas de acuerdo a los lugares en los que se encuentren los comensales. En consecuencia, en el departamento existen caracterizaciones para cada municipio: el del cacao, el de la panela, el del maíz, el de la trucha, el de la carne, el de las frutas, el del fríjol, los del café, del plátano y, así, dependiendo la zona y su producción alimentaria.
Sin embargo el producto insignia, además de la bandeja paisa, es la arepa: insumo infaltable en las mesas antioqueñas. De ahí que distinguidas personalidades nacionales e internacionales hayan sido galardonadas en esta comarca con un autentico collar de arepas.
Dentro de los platos más sobresalientes de Antioquia y el Eje Cafetero también se encuentran los fríjoles, el sancocho, el chorizo, el calentao, el quesito, las migas y el aguardiente, una bebida muy típica en este sector del país.